Todos los padres conocen el pánico que causa cuando un niño desarrolla fiebre de repente. La buena noticia es, que con el uso adecuado, los parches para la fiebre en niños pueden aliviar el malestar y ayudar a los padres a manejar la situación con calma.
Los parches para la fiebre funcionan mediante enfriamiento físico, absorbiendo el calor de la piel a través del hidrogel. El uso varía según la edad:
👶 0–6 meses: La piel delicada requiere precaución. Usar solo con consejo médico, aplicar brevemente en la frente o el cuello.
👧 6 de meses–2 años: Seguro para uso a corto plazo, vigilar la sensibilidad de la piel.
🧒 2 de 2 años en adelante: Uso más flexible, combinado con hidratación y descanso para mejores resultados.
💡Consejos de uso:
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Los parches para la fiebre son un complemento, no un sustituto de la medicina;
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No aplicar sobre piel rota o irritada;
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Limitar el uso a 8 horas por parche.
La clave es entender la causa de la fiebre y responder adecuadamente, no solo intentar reducir la temperatura.