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Cuando un niño tiene fiebre, muchos padres instintivamente recurren a un parche para la fiebre. No contiene medicamentos, no es invasivo, y parece 'seguro', pero, ¿realmente funciona?? Los médicos tienen algunas ideas.
Los parches para la fiebre en niños principalmente se basan en enfriamiento físico. El hidrogel en su interior absorbe el calor superficial de la frente o el cuello, ofreciendo un efecto de enfriamiento temporal. Sin embargo, no aborda la causa interna de la fiebre, como infecciones.
Los médicos recomiendan los parches para la fiebre solo como un método de apoyo, especialmente cuando la temperatura del niño está por debajo de 38,5°C. Para fiebre alta persistente o síntomas como fatiga y falta de apetito, el tratamiento médico es esencial.
Los conceptos erróneos comunes incluyen:
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Pensar que los parches pueden reemplazar la medicación para reducir la fiebre;
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Dejarlos demasiado tiempo y provocar irritación en la piel;
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Aplicarlos en áreas ineficaces como manos o pies.
Usa los parches para la fiebre con precaución: Durante fiebres leves, Aplicar en la frente o en la parte posterior del cuello, Y combinar con hidratación y descanso para obtener los mejores resultados.
